martes, 28 de octubre de 2014

Reporte de lectura semana once

Adaptarse es algo que se debe hacer día con día, en cualquier aspecto, frente al duelo si no se hace, simplemente el problema se irá arrastrando por un mayor tiempo el sufrimiento.

El duelo como proceso de cambio psicológico que se inicia con la pérdida del "objeto psicológico" (muerte de un ser querido o un objeto de gran importancia para una persona), que trae consigo una oleada de sentimientos, los cuales deben de ser expresados del todo y adaptados a una distinta forma de vivir; en casi todas las culturas, de todos los tiempos se han tenido ritos para despedir a seres amados, más que representar un homenaje a la vida de las personas finadas, son un proceso que sirve a los dolientes de preparación y supresión del sufrimiento, e incluso pueden servir de lavado de culpas que se puedan tener para con el fallecido. Este camino está lleno de detenciones y distorsiones, donde nos podemos hacer partícipes de ser causa de la muerte, hasta hacer como si nada hubiera ocurrido, en este proceso se debe expresar la aflicción, eliminar culpas y conseguir la expiación.

Un duelo se va llevando desde la negación. con lapsos de ira, inquietud hasta causar grandes depresiones y tornarse patológico, como un duelo sin fin, tratar de suplantar en todos los aspectos al difunto y como defensa podemos presentar distorsiones del objeto perdido.

El duelo es el prototipo de la reacción humana a la pérdida de objetos con los cuales estamos estrechamente ligados: personas, situaciones, ideas, esperanzas, meras posibilidades, etcétera.

podemos entender la vida como una sucesión de pérdidas, lo que va variando es la forma en que percibimos esas pérdidas, cuando niños sabemos que algo marcha mal cuando se habla de la muerte, más sin en cambio tenemos la idea de que la persona de alguna forma va a regresar; es poco a poco que se nos va creando un idea más próxima a lo que significa morir, y en algunas personas se va creando de igual manera el fuerte temor a la muerte o en otras es vista con gran respeto y parte de la vida.

El estar viviendo un duelo es necesario, pero presentarlo durante un largo periodo o que nos traiga demasiados conflictos es motivo de buscar alternativas de solución y aceptar que se necesita ayuda, es importante hacer ver a las personas que adaptarse a esta nueva etapa en sus vidas no significa olvidar a nuestros difuntos, y que si se dejan ir su vida recordando, no vivirán y aplicaran, lo que aquellas personas dejaron para que nosotros siguiéramos, el consuelo es algo que no se debe negar a alguien ser empático no quita nada y el reconfortar causa agradables sensaciones fortalece lazos y al final ya eres algo más fuerte.


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