El principio de toda familia, nació cuando dos personas decidieron
compartir una vida junta, con todas las responsabilidades que implica para la
sociedad, unidos por un lazo legal, espiritual o afectivo. La familia es el
lugar donde se inicia la educación, todo lo que en ella bien se nos inculque,
la gran mayoría perdurara para toda la vida.
Su gran labor es la reproducción y la protección de sus miembros; lo que incluye el mutuo apoyo marital, la autonomía económica, la comunicación, el poder orientar a la descendencia a ser independientes, sociales y a la vez felices de vivir la vida, todo esto para formar ciudadanos capaces de afrontar los retos de la vida, de trabajar productiva y fructíferamente de tal manera que algún día sean capaces de retribuir de alguna forma a su comunidad.
El tiempo en el que nos encontramos, podemos encontrar una gran gama de familias, todas ellas distintas, sin embargo con características similares: formadas únicamente por los padres e hijos; donde se interactúan con generaciones pasadas; donde solo existe un progenitor e su hijo; incluso familias poligamicas, todas ellas unidad por lazos sanguíneos o políticos.
Como seres biológicos con raciocinio, dependemos de otros para poder sobrevivir, pues que al nacer no somos capaces de realizar ningún acto para satisfacer nuestras necesidades, aquí inicia la labor de la familia, sino puede trasformar al organismo en ser humano, que refleja y conserva los valores, costumbres, respetando la ley, conociendo el límite de sus capacidades y el de su libertar han fracasado, como consecuencia varios afectados, tanto como en la familia, como en la sociedad.
La sociedad siempre se encuentra en cambio constante, que estos se den a
diferente velocidad en distintos lugares es meramente un defecto, que responde
a la cultura enraizada de las sociedades. La iniciativa de cambio siempre
parece a los ojos de los conservadores un acabose que amenaza la estabilidad de
las familias y por ende la de la sociedad en general, pero la gran mayoría de
los seres humanos tenemos la habilidad de adaptarnos condicionando los cambios
a nuestra forma de ser, si bien la liberación femenina, de los tapujos y
marginaciones dio a las familias un cambio sustancial al realizar las mismas
labores que los hombres, ahora que ellas ya sustituyen las labores masculinas
desplazando al hombre a las labores domésticas, si este no es capaz de ser
igual de productivo que su cónyuge. Cualquiera de estas labores es admirable y
que se pueda dar esa variabilidad lo es aún más.
En las familias la estructura está fundamentada en tres componentes el desequilibrio va a llevar a una familia a ser disfuncional y por lo tanto, como en todo el equilibrio a la funcionalidad, estos componentes son: la organización es decir cómo es que se jerarquiza la familia; los mecanismos de regulación, todas las normas establecidas para la familia; los patrones de crecimiento, durante el ciclo de vida.
Sin duda otro factor esencial para el equilibrio, es la relación matrimonial y la responsabilidad compartida. Sin dejar de lado al resto, porque todos los integrantes crean la estructura y contribuyen al buen funcionamiento, es como una máquina, si una engranaje falla, todos los sistemas comienzan a verse afectados, esto cuando existe una simbiosis en la familia, puede verse disminuida la individuación al grado de si un integrante busca separarse, el sistema familiar lo manipula para no abandonarles.
De este modo identificamos 3 tipos de familias, las equilibradas o
sanas, las rígidas que solo tratan hacer un cambio el equilibrio, en
situaciones de alta presión y las caóticas que sufren cambios muy frecuentes.
Pero muchos variantes en cuanto a su estructura, cada una de las familias
disfuncionales, lo es de una manera muy particular, puede ser una donde existan
el matriarcado o el patriarcado, donde los hijos manden, donde exista
distanciamiento emocional en sus integrantes, tanto llega, que en un momento
dado ya no son 5 integrantes, es “la” familia, o ser esto en sentido inverso.
Dentro de cualquier familia cuando un integrante enferma de una manera grave, muy probablemente la familia también salga afectada, en estos casos se sucinta una oleada de sentimientos, entre ellos la culpa, que hace tratar de ayudar, es más grave el caso si uno de los padres es el enfermo, y si el que tiene el poder, el descontrol se hará presente y si el sustento económico falla también, la situación definitivamente empeora; sin embargo de alguna manera se encuentra solución, nuevamente tenemos conflicto cuando el miembro símbolo del poder se recupera, el tiempo pasado ya lo ha degradado y es difícil que vuelva a ocupar su lugar de inmediato.
El médico tiene una labor esencial con las familias, al ser visto como un experto en este tema, la labor del médico es escuchar a los miembros de la familia y tratar de ver todas las posibles soluciones para conseguir el equilibrio, rastreando el origen de los problemas, acusaciones, culpas, ayudar a promover la compresión, el respeto y tenerse un mayor cariño, también ayudarles a autodescubrirse, y hacerles ver los alcances que tiene sobre los demás.
La sociedad es cambiante, por lo tanto lo son las familias, los cambios a los que está sometida pueden o no ser todos malos, debemos saber apreciar e identificar que es correcto y adecuarlo como nueva costumbres o regla de nuestra cultura de manera que poco a poco se hagan nuestras, siempre y cuando sean buenas y ayuden al crecimiento propio y de la sociedad.
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