Esta película nos va narrando, al mismo momento que nos
introduce en la experiencia y sentimientos que le produce a una mujer tener
cáncer en una etapa avanzada, la decisión de tomar un tratamiento experimental
y la remembranza que hace de lo que había sido su vida. Al inicio de la
película nos encontramos con una mujer aparentemente fuerte, de firmes
convicciones y que poco a poco por los efectos colaterales de su tratamiento,
el trato de parte de su personal de salud y vivir la soledad que ella misma se
forjo en la vida la van haciendo poco a poco recular en variopintas
situaciones.
Tener una enfermedad mortal como lo es el cáncer, implica
tener por parte del personal de salud cierto tacto al dar un tipo de noticias
como esta; el comportamiento del médico y las sensaciones que transmita a su
paciente resultan de alto impacto.
Viendo esto desde la perspectiva del modelo biomédico
resulta idóneo por parte del médico querer hacer hasta lo imposible por “curar”
la enfermedad y dejar de lado la parte humana, ofreciendo la única alternativa
para conservar la vida. Esto del lado del modelo biopsicosocial hubiera sido
brindando consuelo y dejando al paciente asimilar la noticia de una manera
menos abrupta.
Durante toda la película se aprecia a los médicos de la Dra.
Vivian distantes a sus sentimientos, a lo que de verdad sentía, ignorando por
completo lo que más necesitaba y que en un momento dado te alienta y es tu
razón para seguir luchando. Los procedimientos rudimentarios aunados a las
rutinas médicas poco sensibles y la falta de atención, cariño, afecto al ser
humano, van desapareciendo la esperanza y cuando esta acaba en vida no hay
mucho más que hacer.
El modelo biopsicosocial es llevado a cabo por la
enfermera, y no durante toda la película, ella la mayoría de la película se
muestra protectora, interesada en la Vivian y en lo que sentía, no en la
doctora que fue el trato más cercano que pudo recibir de uno de sus doctores y
mucho menos en su enfermedad.
La enfermera es la que le presenta a Vivian sus opciones
en un momento donde ambas saben que el tratamiento no está funcionando, pero
aun así con todo el dolor físico que experimentaba y la decisión de la
enfermera al interceder ante el medico de Vivian para que se detuviera, este
aún seguía viendo a Vivian como una enfermedad y ahora de verdad no le
importaba su opinión acerca del
tratamiento, él quería llegar a las últimas consecuencias, quería curar su
cáncer, aunque costara destruir por completo una vida.
Por ultimo volvemos a ver a la enfermera, portándose
deferente en todos los aspectos posibles, conviviendo y haciendo pasar a Vivian
unos ratos amenos, donde por instante se olvidaba de su enfermedad. La visita
de la profesora de Vivian en la facultad, llega a darle una enorme paz y el
amor que le hacía falta. En el lecho de muerte de Vivian aun el discípulo de su
médico quería salvarla, a pesar que ella había decidido no prolongar más su
sufrimiento.
Las enfermedades se deben tratar en conjunto mente y alma
en armonía, y los sentimientos aunque el modelo biomédico no lo acepte llegan a
tener uno de los roles más importante en el transcurso del tratamiento de un
ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario