jueves, 21 de agosto de 2014

Reporte de lectura semana tres

Al hablar de lo que es anormal y lo que es normal, resulta ser complicado ya que para definir estos aspectos se tiene que tener en cuenta que existen diferentes enfoques y una gran variedad de sociedades y culturas en todo el mundo, a las que algún tipo de comportamiento les resulte normal y el mismo comportamiento en otra sociedad sea totalmente anormal, es por eso que el tema no debe ser estigmatizado.

Según algunos autores (Freud, Klein, Erickson, Kubie) la normalidad es una ficción ideal, una capacidad para manejar los distintos periodos de la vida, de enfrentarse a conflictos emocionales, aprender de la experiencia y estar siempre abiertos al cambio.

La normalidad se asocia a todo lo que resulta funcional, a la capacidad de adaptación de una persona y la forma en que mantiene en equilibrio todo aquel aspecto que se encuentre en su vida.

Existen diferentes tipos de normalidad; desde el punto de vista de utopía, como promedio, como proceso, como adaptación y definida legalmente, la normalidad en general es definida por conceptos y parámetros que ha establecido la sociedad, donde por el tipo de comportamiento que expreses y los rasgos de tu carácter serás catalogado como normal o no, dependiendo del criterio de los diferentes puntos de vista.

La normalidad como salud y ventaja biológica se definen por la enfermedad donde toda persona que no presente algún tipo de psicopatología es considerada normal y con cierta ventaja de aquellos que presentan alguna psicopatología, estos tipos de normalidad son más aceptados en todo el mundo.

La normalidad subjetiva es aquella donde un individuo se valora a si mismo respecto a su estado de salud, la persona decide si está enferma o no.

Los elementos propios de la normalidad, como la salud, la adaptación, el equilibrio, estabilidad, la tranquilidad, actitud positiva hacia nosotros mismo y los demás; nos van a brindar la homeostasis, la autonomía y madurez mental.

La anormalidad entonces debe ser lo que tiene que ver con el desequilibrio, la desadaptación, la difusión y todo lo que no tiene cabida en la normalidad.

La anormalidad va ir definida por distintos elementos: la angustia, el descontrol, la enfermedad, el desequilibrio, inestabilidad, lo disfuncional y la desadaptación; que van a tener como consecuencia el sufrimiento, la no sociabilidad, conflictos, la marginación, la patología, la depresión y en última instancia la desgracia.


El diagnostico de las enfermedades mentales va a ser dada pos los síntomas que el paciente relata y por los signos que el profesional aprecie. La mayoría de las personas tenemos personalidades con distinto grado de anormalidad, sin embargo, las de interés por producir sufrimiento son los trastornos de la personalidad y los trastornos de ansiedad e incluso los enfermos pueden llegar a producir sufrimiento en lugar de experimentarlo. Sin en cambio. no todo lo anormal es patológico, sino que en algunas ocasiones resulta ser sano y productivo como algunos artistas y personas que han sabido llevar su enfermedad y convertirla en un potencial de creatividad.

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