miércoles, 17 de septiembre de 2014

Reporte de lectura semana seis

La adolescencia es marcada por no ser niño, ni adulto, se inicia con la pubertad; aquí se reafirman los rasgos adquiridos en la niñez, marcado por los cambios cognitivos, éticos y primordialmente sexuales, cuidando la no apresuración de estadios o aplazamientos, ya que todo tiene un tiempo y esta ahí por de terminadas razones. El no vivir todas estas etapas correctamente, crea una personalidad frágil y trastornos.

La identidad es alterada por los cambios de la etapa, llegando a ser insuficiente para cubrir los aspectos necesarios para autocomplacerse, los adolescentes salen en búsqueda de lo que en realidad son, cuestionando todo lo se les ha dicho hasta el momento, teniendo siempre en mente ¿qué quiero en realidad? No es un proceso sencillo y corto, se tienen por un lado los cambios biológicos y por otro una maraña de sentimientos y emociones que pueden terminar en comportamientos violentos o de oposición a las normas sociales. Es un periodo difícil donde la mejor ayuda es encontrarse con quien esté pasando por lo misma situación de ahí que las primeras experiencias sexuales no buscan la satisfacción física, sino más bien el poder compartir experiencias y estar acompañados de alguien que en verdad entienda.

Sin embargo la búsqueda de la identidad no es el único problema que se presenta en la etapa, también se presentan factores biológicos y sociales que nos impulsan a separarnos de los padres y buscar la autonomía, que conlleva a pensar en ¿qué es a lo que quiero dedicar mi vida?, al igual que en la búsqueda de la identidad cualquier intento de ayuda significara para el adolescente una intromisión a su intimidad.

La separación de los padres al igual que en la niñez (madre-hijo) tendrá que ser gradual y por tanto conflictiva generalmente por querer hacer, sentir, experimentar todo lo habido y por haber en la tierra, que se acompaña por limitaciones de parte de los padres, que es apreciado por el adolescente como un intento de truncar sus sueños.  Generalmente la separación del padre es más sencilla en comparación con la madre, cosa que puede variar según el grado de afectividad y ternura en las relaciones interfamiliares.

El desarrollo de la autonomía se puede relacionar con el de la sexualidad teniendo en cuenta que ambos producen temor al fracaso y al rechazo, de manera que al llevarlos a cabo de una manera inadecuada, conducen al sentimiento de culpa (al no verse realizados) y la vergüenza que esto amerita para la sociedad.

La sexualidad es un tormento para la mayoría de los adolescentes teniendo en cuenta vergüenza que representar hablar con familiares del tema, por lo que se recurre a las amistades que pueden mal informar e intranquilizar aun más; la angustia llega al no sentirse atractivo o incapaz de realizar ciertas acciones sumándole la presión de grupos sociales a realizar determinado acto, pero sin duda las primeras relaciones íntimas dejan un huella que difícilmente podrá borrarse, de ahí su importancia. Al vivir en una sociedad donde el machismo aun domina, el que un varón presente un poco de ternura muchas veces lleva al rechazo y discriminación, limitante muchas veces de la personalidad.

La gran inestabilidad formada por todos los sentimientos de esta etapa, sumados a la poco atención en casa y al sentimiento de rechazo de la sociedad, suelen llegar a ser muy peligrosos, tanto para la sociedad como para el adolescente, el cual puede caer en las drogas, alcoholismo y otras adicciones (incluso atentar contra su vida) para llenar el vacío que sienten y calmar su dolor, el sentimiento de inferioridad que brindan las experiencias de esos sentimientos, prepararan el terreno para un delincuente en potencia, el cual al entrar en una pandilla busca levantar su autoestima, que da el respeto de realizar actos de crueldad.

La sociedad debe actuar e incursar por medio de actividades como el deporte o las artes a estos jóvenes, que suelen ser originarios de barrios populares y no darles el mismo rechazo que posiblemente han sufrido a lo largo de su vida.


Una persona madura ya se ha enfrentado y ha salido victoriosa de muchos procesos, se podría pensar que con los años la madurez llega, tristemente esto no es verdad, no es algo que llegue por si solo, es algo que se va construyendo y que se debe mejorar continuamente; resumido quien no vive para servir, no sirve para vivir. Con esta mentalidad se está listo para la procreación que tendrá un impacto mayor en la mujer, siendo la maternidad un punto de expansión su personalidad, representando un cambio considerable en su vida. Por otro lado la paternidad al hombre no le suele causar el mismo efecto que la maternidad en la mujer, siendo el factor material motivo más grande de realización y desarrollo su personalidad.

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